Ya estamos en nuestra recta final. Hoy, tras día nubloso el de ayer, el sol nos ha respetado para ir a la piscina. Antes de tomar camino, nuestros  fracasados "acusadores del calamar" se han calzado accesorios varios los cuales les han acompañado durante todo el día.

No son para menos nuestras monitoras del juego de las gomas, hoy se han convertido en la pastora Bartola y nuestro cariñoso perro Golfi.

Antes de zambullirnos hemos realizado juegos grupales. No han podido faltar juegos de pelota, trenzas de pelo, taller de pulseras y nuestros relajantes masajes. Hemos finalizado la mañana de piscina con un rico y deseado helado para los mas lamineros.

A las 14:30h estábamos de nuevo en el albergue: tallarines con bacon y tomate y salchichas con patatas nos han llenado el estómago tras pasar una mañana a remojo.

Por la tarde un entretenido trivial nos ha puesto a prueba en diferentes destrezas: pruebas de ingenio, habilidad, mímica, de retos, agua, pringosas... Hemos sido capaces de introducirnos en la boca metro y medio de lana en menos de un minuto, pintar los labios a un compañero con los ojos vendados...

 

 

Después de una jornada intensa de pruebas ingeniosas nos ha tocado darle al coco en la siguiente actividad. Hemos aprendido el lenguaje braille a través de una dinámica grupal donde la vista de lince ha brindado por su ausencia.

Tras una sabrosa sopita y pollo con patatas al horno hemos realizado un juego nocturno: los misiles. Al finalizar, antes de acostarnos hemos dado paso al tan esperado buzón Bob Esponja: marujeos, petición de citas, notas de amor y de amistad nos han llevado a la cama con un muy buen sabor de boca.

¡Mañana nos espera un gran día!